Los seres humanos en muchas etapas de nuestra vida no elegimos lo que nos sucede, aunque sí podemos elegir la actitud y las emociones que tocan a nuestra puerta, tal es el caso al creer que la enfermedad o el dolor están lejanos a la realidad: los budistas le llaman ‘la ilusión de seguridad’.
Desde Fundación Finsocial conocemos el testimonio de Adriana Altamar, quien lleva combatiendo por más de 7 años el síndrome Budd-Chiari, el cual le fue diagnosticado a las 31 semanas de su segundo embarazo, este síndrome se produce generalmente cuando coágulos bloquean el drenaje de la sangre fuera del hígado, lo que evita el normal funcionamiento del órgano. Desde ese instante la vida de Adriana cambia radicalmente; tuvo que suspender su embarazo para recibir tratamiento, pasar por procedimientos dolorosos, cambiar de ciudad en dos ocasiones para entrar a cirugías y aquí en su primera intervención su calidad de vida mejoró, pero en el lapso de un año decayó, actualmente está a la espera en la ciudad de Medellín por un trasplante de hígado, “he pasado pruebas muy dolorosas tanto física como emocionalmente, las cuales he sacado adelante gracias a Dios, a mi esposo, mis hijos, familia y compañeros de trabajo”.
Cuando conocimos la historia de vida de Adriana, reconocimos su valentía, resiliencia, su amor por la vida y recibimos estas hermosas palabras de su parte “agradezco infinitamente a la Fundación Finsocial por el apoyo que me ha brindado a lo largo de este proceso, siempre han estado ahí, prestos a cualquier ayuda. En nombre propio y de mi familia ¡muchas gracias!. Pero somos nosotros quienes estamos agradecidos contigo por permitirnos acompañarte en tu batalla y al igual reafirmamos que tu grandeza es ejemplo para todos.
